Afrontar la hostilidad

En ocasiones, las relaciones interpersonales están mediadas por reacciones de enfado, irritación u hostilidad. Puede ocurrir que una persona se dirija a nosotros "fuera de sí", exigiendo, recriminando y faltando el respeto.

Existen maneras de amortiguar el golpe, e incluso contrarrestar sin atacar, pues si entramos en una cadena de malas vibraciones quedaremos intoxicados por toda esa "mala leche". Y el modo de afrontar la situación hostil va a determinar la resolución adecuada del conflicto a la vez que puede abrir nuevas vías de comunicación.

Cuando una persona se nos presenta "disparando", berreando, es fundamental echar mano de paciencia y algunos conocimientos en asertividad y habilidades sociales. 

¿Cómo? Por ejemplo, es muy útil conocer las fases de la curva de hostilidad y saber qué conviene hacer y qué no conviene hacer. 

FASES DE LA CURVA DE HOSTILIDAD 
1. FASE RACIONAL: La mayor parte de las personas suelen ser razonables durante bastante tiempo, mantienen un nivel emocional adecuado para poder discutir cualquier problema. 
2. FASE DE “DISPARO” O DE SALIDA: La persona se dispara, da rienda suelta a sus emociones de manera pulsional, pudiendo ser grosera y hostil. En estos casos suele ser difícil hacerla entrar en razón. Aquí lo más aconsejable es escuchar sus "peticiones / exigencias". 
3. FASE DE ENLENTECIMIENTO: La ira no dura eternamente. Si no provocamos a la persona, su hostilidad se va mermando. 
4. FASE DE AFRONTAMIENTO: Tras el desahogo, la persona ya es capaz de entender. Es el momento de intervenir y decir lo que se considere importante. Lo que se diga puede provocar un cambio de actitud o comportamiento. Hablar desde la empatía, reconociendo el estado emocional del otro, puede contribuir a que el enfado se extinga y sobrevenga una fase de calma. Por ello es importante que el interlocutor sepa que uno comprende sus sentimientos. 
5. FASE DE ENFRIAMIENTO: Si lo que se ha aportado ha sido realmente empático y calmante, lo esperable es que se distiendan los ánimos. 
6. FASE DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS: Es el momento de afrontar el problema y buscarle solución. 

Afortunadamente, esta manera pausada de intervenir suele dar muy buenos resultados. Con frecuencia se utiliza en educación y también en organizaciones. Considero que puede ayudar asimismo a muchos padres y en el ámbito familiar en general, a la vez que cuando nos encontramos con un individuo "exasperado" pero necesitamos interaccionar con él.

En otros casos, en los que una persona tiene por costumbre tratarnos mal, volcar toda su ira, etc., habría que ver el modo de ayudarla a darse cuenta de su problema para no convertirnos en su saco de boxeo, o bien, si es preciso, alejarnos de la fuente de disgustos... Aunque claro está que no siempre se puede o se quiere, por ejemplo, si es un hijo el que nos atormenta. Cada cual deberá evaluar la proporción de daños / beneficios y emplear las técnicas a su abasto para mejorar la convivencia o la relación que mantiene con dicha persona con tendencia a la hostilidad.

***** Este sábado 14/12/2013 abordaremos esta temática en el taller "La asertividad y las habilidades sociales". Más información: http://www.psicologiadecafe.com/2013/12/proxims-dos-tallers-de-psicologia.html

  




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